Crítica

Crítica: Perfect Days de Wim Wenders

Crítica de la película "Perfect Days" de Wim Wenders.

Entre el resplandor y las sombras

Por Paulina Vázquez

¡Ah! Qué preciosura,

entre las hojas verdes

los rayos del sol.

Matsuo Bashō

A veces el presente nos congratula con la sutileza del viento que acaricia las copas de los árboles y nos permite ver cómo la luz dibuja su danza en el asfalto. La sensibilidad que conlleva saber apreciar ese tipo de momentos es, sin lugar a duda, una de las virtudes de las que Wim Wenders hace gala en Perfect Days (Japón, 2023), su más reciente entrega y esperado regreso a la dirección.

Este filme se enfoca en el devenir de Hirayama (Kôji Yakusho) y nos muestra su acompasado avance entre la quietud del día a día, donde la serenidad de los pequeños detalles llena de gozo su presente. Hirayama es un hombre profundamente sencillo que trabaja limpiando baños públicos por la ciudad y encuentra en ello la estabilidad de una rutina enfocada a disfrutar del cuidado de las plantas, fotografiar árboles con su cámara análoga, escuchar música mientras conduce su camioneta y leer un poco antes de dormir.

El propósito de la vida de este personaje es dedicarse gustoso a la realización de actos de servicio, observar, transitar por la ciudad y anclarse generosamente al ahora para, durante la noche, poder entregarse a los sueños. La ventana a su vida se abre de manera suave e íntima con tomas y pequeños cortes que nos acercan a él como si de nuestra propia sombra se tratara o, más precisamente, la sombra del mismo Wenders encarnada en el personaje.

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Los gestos, los detalles, todos los momentos de su vida resbalan por la pantalla con un ritmo calmo que, a la vez de neutralizar el aburrimiento, nos pinta su fiel retrato. Los acentos de su carácter se descubren sólo a partir de la coerción del acontecimiento. Cuando la soledad es forzosamente interrumpida, Hirayama debe lidiar con las consecuencias de salir de la rutina, desde nimiedades tan simples como quedarse sin gasolina a mitad de camino hasta la sorpresa de volver a ver a su sobrina y acogerla durante algunos días.

«Las recámaras, los locales de comida, los silencios son un todo en perfecto equilibrio que cuando se interrumpe no hace más que remarcar la maestría decantada que Wenders ha adquirido con su propio lenguaje fílmico».

Hirayama es un personaje imperturbable, minucioso, detallista, cuya pulcritud se proyecta en los espacios que contienen cada escena: las recámaras, los locales de comida, los silencios son un todo en perfecto equilibrio que cuando se interrumpe no hace más que remarcar la maestría decantada que Wenders ha adquirido con su propio lenguaje fílmico, pues conforme avanzan los minutos y se acumulan con sutileza los sentimientos se descubre la planeada estructura que este filme tiene para conducirnos a un paroxismo emocional que nos sorprende en su desenlace.

En Perfect Days Wenders, más allá de traer el pasado de su personaje principal, destaca su presente con un ejercicio de exploración de la potencia que puede tener la imagen cuando es construida a partir de la sobriedad y la delicadeza, pero sobre todo muestra la gran diferencia que hace para el cine, las plantas y la vida el poner especial atención a los detalles.

Esta cinta ganadora del premio al Mejor Actor en Cannes por la cautivadora interpretación de Koji Yakusho y candidata oficial de Japón a los Premios de la Academia 2024 es estrenada por Mubi en salas mexicanas a partir del 15 de febrero.

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