La fragmentación del amor y el peligro de una sola perspectiva
Por Alisson Díaz
«Esta es la historia de un chico que conoce una chica. Pero debes saber de antemano: esta no es una historia de amor». Esa es la premisa de 500 días con ella (500 days of Summer,2009) película dirigida por Marc Webb, una de las historias de amor más realistas que alguna vez haya cruzado la pantalla grande. Tom (Joseph Gordon-Levitt) se enamora de Summer (Zooey Deschanel), la chica que siempre ha estado esperando, su alma gemela. ¿Pero qué conlleva para Summer ser la elegida?
Como la gran mayoría de las historias, la de 500 días con ella está contada desde la perspectiva de Tom Hansen, un hombre que ha crecido creyendo que el amor está escrito en las estrellas, gracias a las muchas películas y canciones románticas que siempre proponen un «felices por siempre» sin importar la situación, mucho menos lo que piense la otra persona. Tom Hansen conoce un 8 de enero a quien él considera la elegida: Summer Finn. Summer, al contrario de Tom, no cree en el amor y en que pertenecer a alguien sea el objetivo de toda una vida, puede que sus creencias estén basadas en lo que ella ha vivido, pero es claro su desacuerdo con las consideraciones de Tom sobre el amor verdadero y la existencia de un alma gemela.
500 días con ella comienza en el final, después de que Summer deja a Tom. De ahí, Webb decide reconstruir la historia por medio de fragmentos a partir de los recuerdos que tiene Tom de Summer y de su relación con ella. La técnica de narrar de manera no lineal es similar a como funciona nuestra mente a la hora de recordar, cuando desde nuestro lugar observamos pedazos de momentos que consideramos importantes, analizando cada detalle y, probablemente, eliminando lo que no queremos recordar. De repente, nos embarcamos por una travesía en la mente de Tom, quien no puede entender en qué momento todo salió mal y, como él, los espectadores se sienten frustrados e igual de confundidos: ¿Qué pasó? ¿Es que Summer es una mujer malvada sin corazón, o quizá un robot?


«Es el hecho de que la historia esté narrada desde una sola perspectiva lo que elimina cualquier punto de vista ajeno, especialmente el de Summer. Ese vacío es el que la convierte en la villana para todo el mundo».
Es el hecho de que la historia esté narrada desde una sola perspectiva lo que elimina cualquier punto de vista ajeno, especialmente el de Summer. Ese vacío es el que la convierte en la villana para todo el mundo, pues, desde esa visión, fue la que le rompió el corazón al protagonista. Sin embargo, la verdad se revela cuando los personajes que rodean a Tom intervienen, aquellos que no tienen una visión arbitraria de la relación son los que lo ayudan a que vea la realidad, aunque muchas veces no la digiera y prefiera seguir engañado. Para ejemplo los demás personajes femeninos, como su hermana menor Rachel (Chloë Grace Moretz), quien —además de dar el mejor consejo de amor que he escuchado en una película: «solo porque a ella le gusten las mismas cosas bizarras que a ti no significa que sea tu alma gemela»— le recomienda que cuando haga una retrospectiva no solo se fije en las cosas buenas, también en los malos momentos. Ese consejo es el que le permite a Tom abrir los ojos y darse cuenta que su relación con Summer estaba basada, más que nada, en una ilusión que él reconstruía todo el tiempo, en la que omitía las cosas malas y solo se enfocaba en los buenos momentos.
Rumbo al final de la película, Summer le confiesa a Tom su renovada visión acerca del amor, ahora que ha experimentado por sí misma la intensidad del sentimiento del que tanto desconfiaba Summer se casa con quien ella cree que es el elegido, dejando a Tom con un sabor de derrota. A pesar de todo, 500 días con ella termina en un tono alentador, porque, aunque muchas veces el destino no es lo que imaginas, no significa que debas rendirte, pues, como quien recoge los pedazos de su vida y se vuelve a levantar, después del verano llega el otoño que también es una buena época para amar.
Nota de la redacción: Este texto forma parte la Convocatoria de febrero escribe sobre tu película romántica favorita publicada en redes sociales de Fotogenia.