El dominio del fan
Por Pablo Zamora
Las adaptaciones live action de Resident Evil no han gozado de la total aceptación de los fanáticos de la saga. Para ejemplo las famosas películas realizadas entre el año 2002 y 2016 que presentaron a Alice (Milla Jovovich), una mujer cuya historia estaba enlazada con la terrible corporación Umbrella —a la que buscaba destruir a toda costa—, sin embargo, debido a que eran una mezcolanza rara que se separaba de todo lo visto en los videojuegos fueron repudiadas por la mayoría de los fanáticos del material original.
Tras dar por terminada la saga de películas protagonizadas por Alice y gracias al remake de algunos de sus videojuegos, Sony decidió crear nuevamente otra cinta de Resident Evil que fuera más fiel al material original para crear una potencial franquicia de películas. En el papel la idea resulta llamativa, el universo de los videojuegos y libros es muy extenso, pero el problema real radicaba en hacer una buena adaptación.

Resident Evil: Welcome to Raccoon City cuenta principalmente la historia de Chris y Claire Redfield, dos hermanos huérfanos que son captados por un orfanato en Raccoon City que es dirigido por el doctor William Birkin, quien es miembro de Umbrella y ha estado experimentando con los niños del sitio. Años después, Claire regresa a Raccoon City —ahora una ciudad agonizante— buscando desenmascarar los secretos de la farmacéutica Umbrella.
La película presenta a personajes clásicos de la franquicia como Jill Valentine, Leon S. Kennedy, Albert Wesker y los ya mencionados Chris y Claire Redfield, actantes presentes en los dos primeros videojuegos de los cuales la cinta intenta adaptar sus historias, pero haciendo que los sucesos ocurran en un mismo tiempo, es decir, los acontecimientos de la mansión Spencer y la destrucción de Raccoon City suceden a la par. Esto da como resultado un filme con muchísimos elementos, sin embargo, ninguno es profundizado.
Ambas historias cuentan con un gran número de personajes y situaciones importantes para la franquicia, pero al intentar unificar y simplificar las tramas muchos elementos carecen de sentido y otros tantos terminan pareciendo escuetos. Ejemplo de ello es el personaje de Lisa Trevor, que solamente aparece en dos ocasiones a lo largo de la cinta en un papel casi sin peso alguno para la trama, derivando en una mera referencia. Así como esta existen muchas otras, llaves, lugares, diseños de personaje que terminan siendo guiños desperdiciados que no aportan nada.

«Resident Evil: Bienvenido a Raccoon City es un producto que busca agradar a los fanáticos… pero el exceso de elementos, la inexactitud de las personalidades de los actantes y la falta de criaturas clásicas de la saga como los Tyrant, resulta en un filme que ignora hechos importantes para la franquicia».
Resident Evil: Bienvenido a Raccoon City es un producto que busca agradar a los fanáticos, la recreación de la mansión Spencer y el edificio de policía lucen fantásticos, pero el exceso de elementos, la inexactitud de las personalidades de los actantes y la falta de criaturas clásicas de la saga como los Tyrant, resulta en un filme que ignora hechos importantes para la franquicia, mientras que los que aborda los expone sin rumbo. Incluso parece que los realizadores no entendieron las motivaciones de los personajes en los que se basa.
En comparación con las anteriores cintas live action de la franquicia, Welcome to Raccoon City se encuentra unos peldaños más arriba, pero no por ser una buena película o adaptación, sino porque era muy difícil hacer algo peor que las cintas de Alice donde nada o poco tenía que ver con lo visto en los videojuegos.