por Danielle Faour
El cine de terror busca alcanzar los miedos, ansiedades y sentimientos escondidos del espectador mediante historias que casi siempre son protagonizadas por una mujer que se ve envuelta en una situación sobrenatural, es perseguida por una criatura aterradora o es víctima de un terror inimaginable.
Si bien, la mujer tiene un papel importante en este género, la mayoría de las historias que conocemos son contadas y dirigidas por un hombre; por lo que resulta oportuno mencionar y celebrar el trabajo de directoras que han conseguido redefinir el género abordando el terror de una forma más sutil y psicológica.
La ópera prima de Rose Glass Saint Maud(2019), es una exploración profunda a la soledad y cómo elegimos afrontarla. Contada principalmente desde la perspectiva de un fanático religioso, la película nos arrastra en el torbellino cruel y desgarrador que atraviesa nuestra joven protagonista quien sufre un colapso mental y deja espacio a la posibilidad de que, por improbable que sea, Dios se está comunicando con esta persona por medio su enfermedad mental.
Esta ambigüedad magníficamente trabajada nos da un recorrido perturbador, desafiante, impredecible y emocional que abre un camino completamente propio y construye un final que probablemente no olvidaremos en mucho tiempo.

Filmada en blanco y negro, la directora Ana Lily Amirpour presenta una película de vampiros con un toque romántico, feminista y refrescante: A Girl Walks Home Alone(2014). Un filme que con pocos diálogos consigue una especie de intimidad y belleza que nos hace sentir partícipes de la película en lugar de meros observadores.
La película se mueve a un ritmo completamente diferente al que estamos acostumbrados en este género y no asusta tanto como nos invita a entrar, pero esa es la parte aterradora. Nos adentramos tanto en lo que estamos viendo, que esa soledad, falta de emociones y dolor que experimenta nuestra protagonista, se enreda en cada parte de nuestro cuerpo y al final nos es imposible sacudirlo.
A diferencia de otras innumerables obras de ficción en las que se exponen las mecánicas de ser un vampiro, cómo matarlo o cómo convertirte en uno, aquí el personaje no se centra en el vampiro como monstruo, Amirpour replantea la clásica historia de vampiros dándonos algo novedoso, inteligente y misterioso.

The Love Witch (2016) nos regresa a las películas clásicas devolviendo el glamour y los colores vibrantes a la pantalla. Esta cinta divertida y retorcida nos muestra cómo la búsqueda del “príncipe azul” y la idea desesperada de ser amado puede llevarte a un camino oscuro lleno de pérdidas y muerte; sobre todo si eres una bruja inexperta.
La cineasta Anna Biller juega con la narrativa clásica de Hollywood, dándole un toque colorido, audaz con un poco de humor y erotismo; sin embargo, se trata de una película sobre manipulación, violación, apego, inseguridad, toxicidad en los roles de género y las expectativas poco realistas. El color y humor que vemos a primera instancia es sólo una máscara, la misma que usamos en la vida real.
El diseño de producción es exquisito y es importante mencionar que Biller diseñó cada escenario, vestuario y obra de arte en la película, lo que atrasó varios años la producción, pero valió la pena.


Revenge (2017) es un thriller gore de incredulidad suspendida que te mantiene comprometido de principio a fin. Existen muchas películas de venganza y esta no es nueva, pero es gratificante ver la retribución realizada por una mujer que parece ser frágil y vulnerable.
La directora Coralie Fargeat presenta una película grotesca, violenta, sangrienta y un tanto exagerada, pero de alguna manera muy controlada en su narración. Revenge está maravillosamente filmada, con un diseño de sonido asombroso, escenas con una violencia intensa, impactante y mucha sangre. Si eres amante del gore, esta es una cinta imperdible.
En Vuelven (2017), Issa López nos presenta una historia triste e inquietante en la que no podrás apartar la vista de la pantalla; una película sobre la destrucción provocada por el narcotráfico mexicano en inocentes, en este caso un grupo de niños huérfanos.
La directora agrega una hermosa infusión de elementos mágicos, regalándonos un realismo mágico en su forma más trágica. Es un viaje emocional dolorosamente conmovedor que te dejará aturdido por una combinación de suspenso, horror, fantasía y drama. La parte más aterradora viene cuando quitamos el elemento sobrenatural dentro de la historia. Sólo queda nuestra cruda y triste realidad.
El trabajo femenino en la industria cinematográfica ha sido subestimado por años; sin embargo, cada vez vemos más directoras haciéndose un lugar en Hollywood y es gratificante ver otro punto de vista en la pantalla grande.
