Una grata despedida
Por Pablo Zamora
No time to die (Cary Joji Fukunaga, 2021), la última película del 007 encarnado por Daniel Craig ha llegado a cines tras más de un año del aplazo de su estreno original, por motivo del surgimiento del virus SARS-CoV-2. Esta cinta es una despedida digna para este actor que ha interpretado a James Bond en otras cuatro películas y el resultado seguramente gustará a la mayoría de los fanáticos, a la vez que no dejará indiferente a nadie.
La película nos sitúa poco tiempo después del final de Spectre (Sam Mendes, 2015), con un James Bond enamorado de Madeleine Swann (Léa Seydoux), con quien ha comenzado una vida lejos de su pasado. Sin embargo, su felicidad se ve alterada tras un ataque por parte de la organización SPECTRE, originado, aparentemente, por la traición de un personaje allegado a Bond. Las repercusiones de este acontecimiento harán que el agente se retire por completo, llevando una vida solitaria en Jamaica hasta que su viejo amigo de la CIA, Felix Leiter, aparece pidiéndole ayuda. La misión consiste en rescatar a un científico, quien posee una nueva arma letal y está al servicio de un misterioso villano.

James Bond ha evolucionado a lo largo de su historia, lejos han quedado las interpretaciones de otros actores que han encarnado a Bond. Esto es algo que en cierta medida se agradece, los tiempos han cambiado y tanto los guiones como Craig nos han entregado a un personaje actual y bien dimensionado, este es un James Bond que sufre los estragos de sus anteriores misiones, tanto física como mentalmente; su historia comienza con Casino Royale (Martin Campbell, 2006), pero sus motivaciones toman sentido con su trágico final. En Sin tiempo para morir vemos cómo la muerte de Vesper (interpretada en el 2006 por Eva Green) es un suceso que ha movido las acciones de Bond, su venganza lo ha llevado a este punto y es todo por lo que se mueven las cintas sucesoras a la de 2006. Aunque haya sido medianamente olvidada por algunos escritores de la saga, hay una historia que atormenta a Bond y esto es una gran diferencia con sus predecesores, a excepción del encarnado por George Lazenby.
En ese sentido, es necesario conocer la historia de esta saga para entender totalmente su impacto, Cary Joji Fukunaga hace que el personaje de Bond evolucione todavía más y que nos preocupemos por lo que le sucede al protagonista y a sus seres queridos. Esto va de la mano con las emocionantes escenas de acción que se ven elevadas por el interés del público en lo que les sucede a los personajes: el peligro se siente real para ellos y hay un sentimiento de preocupación por su destino.
Además de las caras conocidas de M (Ralph Fiennes) y Q (Ben Whishaw), en esta película conocemos a Nomi (Lashana Lynch), una agente 00 quien ha tomado el puesto del 007 después del autoexilio de Bond, también se nos presenta brevemente a Paloma —la nueva chica Bond, o eso parece—, una agente que ayudará a Bond en una misión de la película. El misterioso villano es interpretado en esta ocasión por Rami Malek, y aunque no resulta en un personaje terrorífico, su inteligencia y rencor lo convierten en uno de los más dignos rivales a los que se ha enfrentado James Bond en la saga de Craig.

«Para aquellos que se resisten al cambio y no gustan de un Bond más complejo o incluso a una mujer afrodescendiente en el papel de 007, siempre tendrán las sagas originales con un Bond misógino, irresponsable y carente de profundidad».
Los elementos clásicos de las películas de Bond están ahí, la introducción y su canción original, los villanos icónicos, las chicas Bond, etc. Pero todo ello ha tenido un cambio, incluso por la madurez que tiene el personaje, la cual se nota que le hacía falta. Probablemente existirá un debate por la cinta que se ha entregado, más que nada por aquellos a quienes les resulte inconcebible el final del fime. Para aquellos que se resisten al cambio y no gustan de un Bond más complejo o incluso a una mujer afrodescendiente en el papel de 007, siempre tendrán las sagas originales con un Bond misógino, irresponsable y carente de profundidad. Los héroes se adaptan a los tiempos y este era el momento para James Bond.
Sin tiempo para morir es la conclusión de una saga y la digna despedida del personaje que ha sido interpretado por Daniel Craig. Con excelentes escenas de acción y una gran banda sonora, la película puede encontrarse en cines nacionales a partir del 29 de septiembre.