Una rebelión silenciada
Por Pablo Zamora
¡Queridos camaradas! (Dorogie tovarishchi, 2020) de Andréi Konchalovski está basada en el acontecimiento histórico conocido como la masacre de Novocherkask, donde militares y elementos de la KGB abrieron fuego contra huelguistas que mostraban su descontento ante la baja de salarios y el alza de precios en los productos básicos. La cinta muestra estos hechos desde la mirada de Lyudmila (Yulia Vysotskaya), una miembro del partido comunista que defiende los ideales y acciones del régimen al que pertenece. La protagonista ocupa un lugar privilegiado en el partido y ve con desprecio los pensamientos disidentes de sus familiares, en especial el de su hija, quien es partícipe de las huelgas que han comenzado a estallar.
Tras la masacre y el encubrimiento por parte del gobierno, Lyudmila es incapaz de conocer el paradero de su hija, comenzando así una búsqueda en la cual empieza a cuestionarse las acciones que ha realizado su partido y que han ocasionado no solamente pérdidas en disidentes del régimen, sino también en ella. Es una cinta en cierto sentido con una postura política, ejemplo de ello es el puesto que ocupa Lyudmila, el cual le permite tener una vida sin carencias, e incluso su cambio de pensamiento y el diálogo de algunos personajes muestran una reflexión sobre la corrupción e inexistencia de un correcto socialismo.

«La verdadera proeza de ¡Queridos camaradas! se encuentra en hacer universal y cercano el sentimiento de impotencia y desesperación que surge ante estas matanzas y opresiones por parte de instrumentos de nuestros gobiernos».
La cinta puede dividirse realmente en dos partes, la primera de ellas cuenta todos los sucesos alrededor de la huelga y las medidas que comienza a tomar el régimen, la segunda parte inicia justamente después de la matanza, donde Lyudmila comienza a buscar a su hija. Sin embargo, lo realmente destacable en la película se encuentra fuera de un discurso político e incluso más allá de elementos cinematográficos como fotografía, actuaciones o edición. La verdadera proeza de ¡Queridos camaradas! se encuentra en hacer universal y cercano el sentimiento de impotencia y desesperación que surge ante estas matanzas y opresiones por parte de instrumentos de nuestros gobiernos y, por supuesto, el eventual encubrimiento del suceso. La escena clave para demostrar este punto es aquella donde un grupo de músicos ha sido contratado por el régimen para tocar en una fiesta montada en el sitio donde 24 horas antes se llevó a cabo una masacre.
¡Queridos camaradas! es dirigida por Andréi Konchalovski y es una de las cintas presentes en la 71 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca, podrá verse en la Cineteca Nacional a partir del 10 de abril y en las sedes de su tour cultural a partir del 17 de abril.